Un fraude puede ser descrito como un delito por el abuso de posición, falsa representación o el perjuicio realizado contra los derechos de otra persona por beneficio personal. Esto viene a decir que todo fraude representa un acto de engaño que se realiza con el objeto de obtener una ganancia personal o para provocar una pérdida a otro individuo o actor social. Existe el fraude vía correo electrónico, telefónicamente, por carta, por redes sociales, el fraude interno, el fraude externo, etcétera.
En una empresa, un fraude puede ser tan simple o tan complejo como el robo de información simple o confidencial, la transferencia mal intencionada de fondos, el desvío de los mismos, la contratación o subcontratación de empresas fantasma, entre muchos otros ejemplos. Al enfrentar la sospecha de fraude, un ejecutivo o directivo empresarial debe descartar de forma inteligente las pistas falsas y apegarse a los hechos concretos. Por ello vamos a explicarte las formas más efectivas en que puede detectarse un fraude dentro de la empresa.
La primera forma de realmente detectar un fraude es tan simple que resulta casi absurdo que sea tan efectiva. Estamos hablando del testimonio de otras personas. Quienes son testigos o sospechan haber presenciado un fraude y lo denuncian pueden ayudar a detectar de forma rápida y expedita una situación delictiva delicada de esta categoría. Alrededor del 40 por ciento de los fraudes detectados en una empresa se encuentran por esta sencilla vía.

Formas de detectar fraudes en una empresa
Otro método muy efectivo es el observar el comportamiento sospechoso, ya que las personas que cometen fraude normalmente muestran algún tipo de comportamiento bastante inusual o extraño, que observado cuidadosamente puede ser un índice bastante acertado de fraude. La persona implicada quizá no tome las vacaciones en el momento en que le correspondían, o por el contrario, se ausente del trabajo por varios días por el temor de ser descubierto.
También existe la alternativa de la denuncia anónima, ya que el hecho de denunciar a un compañero de trabajo es algo que no es agradable. La gente tiene miedo a convertirse en un “chivato”. Nadie quiere ser el que acuse al otro. Así que a pesar de que exista una política abierta y de confiabilidad en el interior de la empresa, es probable que se pierdan muchas probables denuncias de fraude puesto que es raro que una persona decida voluntariamente convertirse en el brazo derecho de los jefes.
Por último queremos hablarte de la auditoría interna, y es que muchas empresas piensan que una auditoría externa puede ser la solución para detectar un fraude a tiempo, pero este tipo de auditorías sólo ayudan a descubrir aproximadamente el cuatro por ciento de los fraudes dentro de una empresa, contra el siete por ciento que se descubren simplemente por accidente. Lo que resulta auténticamente de gran ayuda para detectar situaciones fraudulentas es una administración efectiva y realizada en todo momento, acompañada de periódicas auditorías internas.